Nuestra generación -y la anterior también,eh?- creía en los superhéroes pero fueron desenmascarados por esta generación mediática y semianalfabeta dejando al descubierto que eran sólo seres humanos de increíble posición económica y con diversas patologías demenciales producto de traumas infantiles.
Pero lo que no entiendo es cómo todavía existen algunos niños y no tan niños que sostienen la creencia y hasta devoción.
Supongo entonces que Makiguchi no tenía razón al asegurar que la familia es la primera y única responsable de la apertura mental de los niños.
La familia que desea que el niño evolucione, va a acompañarlo en la educación y no va a responsabilizar a la escuela que sólo debe enseñar, ni a los medios que existen para entretenernos ni a la tecnología que es una herramienta de acceso hacia la globalización y no a la globoludización.
La contención, la salud y el alimento les corresponde a los padres y no a la escuela.
¿Por qué los padres dejamos de ser los superhéroes de nuestros hijos?
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